Terapia de Sonido
EL SONIDO CREA CONFIANZA Y ABRE DISPONIBILIDAD PARA RESOLVER PROBLEMAS
Los bloqueos emocionales constituyen nuestro ego, condicionan nuestro comportamiento e impiden la conexión con nuestro corazón. Se han creado porque durante un suceso acaecido en el pasado no hemos reaccionado siguiendo los dictados de nuestro corazón (nuestro verdadero yo), no nos hemos comportado, ni respondido a la situación como queríamos por miedo, normas, herencia o vergüenza y la energía negativa producto del bloqueo ha quedado almacenada en nuestro interior.
El desbloqueo se produce al dejar salir esta energía reviviendo algunas veces el suceso y procesándolo de nuevo de manera correcta obligando a salir a la energía negativa.
Para conseguir el desbloqueo emocional es muy importante primero tener la voluntad de realizar la tarea. Es imposible el desbloqueo emocional si no se desea mejorar y eliminar el problema. En cambio, si existe un anhelo fuerte de lograrlo, siempre se consigue.
La familia en la infancia produce un gran número de bloqueos, la parte emocional del cerebro es la instintiva y existe un fuerte componente heredado de normas familiares y sociales. También hay bloqueos producidos en el propio parto e incluso antes del nacimiento por experiencias de la madre.
El desbloqueo se produce gradualmente y una vez logrado, se conecta con nuestro ser interior (nuestro corazón) y sentimos una gran paz y amor.
Una vez se ha efectuado el primer desbloqueo emocional, los siguientes suelen ser más fáciles en el sentido de conocer el proceso y su conclusión.
LA VOZ, EL CANTO Y LOS MANTRAS
Suele decirse que la voz es el instrumento musical más completo e incluso hay quien afirma que, en términos terapéuticos, es uno de los más poderosos. No hay duda de que es el instrumento musical por excelencia y el más antiguo que existe.
La voz es el instrumento musical más intímo que comunica nuestro mundo interior con el exterior, manifestándose nuestra esencia y nuestra individualidad. A través de ella nos comunicamos y expresamos nuestros sentimientos, siendo a su vez un medio muy potente para liberar las emociones. Es el reflejo de nuestro estado físico y emocional mental, por lo tanto, un verdadero espejo de nuestro corazón y nuestra alma. Culturas como la tibetana conceden una gran importancia a la voz como vínculo entre el cuerpo y la mente, entre el mundo material y el espiritual.
El poder de las palabras quizás es uno de los misterios más grandes de la humanidad. A través de ellas se transmiten algo más que su propio significado, pues la palabra es el hálito, el hálito es la respiración y la respiración es la vida. Por esta razón, los egipcios pensaban que en la palabra misma hay un “alma” y el conjunto de palabras, representa una suma de “almas” o espíritus vitales que sale de una persona hacia los demás, con todos los condicionantes y todo el contenido vivo que le son propios.
¿Se nos puede curar con palabras?
Palabras expresadas con cariño, con sinceridad, con buena intención y voluntad pueden afectarnos. En algunas ocasiones posiblemente lo hayamos experimentado. Ahora la neurociencia también constata que ello es posible.
El sonido de la voz, a través de la repetición de determinadas palabras en sánscrito denominadas “mantras” es una práctica milenaria, no exenta de misterios, que ha sido considerada de gran importancia para alcanzar determinados niveles de conciencia que conducen a la comunicación con la esencia divina del universo. Antiguas modalidades del yoga, como es el caso del Nada Yoga (yoga del sonido) conceden una gran importancia a la recitación de mantras y su efecto purificador en los distintos chakras o centros energéticos que repercuten en todos nuestros sistemas o dimensiones.
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